Vincent Van Gogh...
No es que sea una conocedora de la pintura...pero su obra me conmueve, particularmente por los colores, los paisajes, los personajes que aparecen en sus pinturas y dibujos. Su faceta de artista me atrae pero son sus cartas (las que leí hasta ahora) las que me han cautivado. El ser humano, más allá del artista. Un ser sensible y amante de la vida a pesar de las dificultades por las que tuvo que atravesar. En las cartas a su hermano Theo y en su trabajo artístico se pueden ver esas ansias de encontrarle significado a la vida, a su vida.
Carta a Theo, Julio de 1880.
"Pero hay haraganes y haraganes.
(...)
Una pájaro enjaulado en la primavera sabe muy bien que hay algo para lo cual serviría, siente muy bien que hay algo que hacer, pero no puede hacerlo, ¿qué es? No recuerda bien, luego tiene ideas vagas, y se dice "los otros hacen sus nidos y sus pequeños y empollan los huevos", luego se golpea el cráneo contra los barrotes de la jaula. Y luego la jaula se queda allí y el pájaro está loco de dolor.
He aquí un haragán, dice el otro pájaro que pasa, éste es una especie de rentista. Sin embargo el prisionero vive y no muere, nada de lo que pasa adentro aparece afuera, está bien de salud, está más o menos alegre en los rayos del sol. Pero viene la estación de las migraciones. Acceso de melancolía; pero -dicen los niños que cuidan en su jaula- sin embargo tiene todo lo que necesita; pero él mira hacia afuera el cielo oscuro, cargado de tormenta, y en su interior siente la rebelión contra la fatalidad. "¡Estoy enjaulado, estoy enjaulado, y entonces no me falta nada, imbéciles! ¡Tengo todo lo que necesito, eh! ¡Ah, por favor, libertad, ser un pájaro como los demás pájaros!"
Aquel hombre holgazán se asemeja a este pájaro holgazán.
Y los hombres se ven amenudo en la imposibilidad de hacer algo, prisioneros, en no se qué jaula horrible, horrible, muy horrible.
También está, lo sé, la liberación, la liberación tardía (...).
Nunca podría decir qué es lo que encierra, lo que amuralla, lo que parece enterrar, pero uno siente sin embargo nos é qué barras, qué rejas, muros.
¿Acaso todo esto es imaginario, fantasía? No lo pienso; y luego uno se pregunta: Dios mío, ¿es por mucho tiempo, es para siempre, es para toda la ternidad?
¿Acaso sabes lo que hace desaparecer la prisión?: cualquier afecto profundo,serio. Ser amigos, ser hermanos, amar, eso abre la prisión por un poder soberano, por un encanto muy poderoso. Pero aquel que no tiene eso permanece en la muerte.
(...)
Sólo que si te fuera posible ver en mí otra cosa que un haragán de la peor especie, me pondría muy contento".